La Alta Presa de Aswan, conocida también como la Gran Presa de Asuán, es una de las obras de ingeniería más impresionantes del siglo XX y un símbolo de la modernización y el progreso tecnológico de Egipto. Su construcción marcó un hito en la historia del país, transformando su economía y su relación con el río Nilo.
La idea de construir una presa en Asuán surgió a finales del siglo XIX, pero no fue hasta la era de Gamal Abdel Nasser cuando el proyecto tomó forma definitiva. Nasser, quien asumió la presidencia de Egipto en 1954, vio en la construcción de la presa una oportunidad para modernizar las infraestructuras del país y reducir la dependencia de las fluctuantes crecidas del Nilo.
La construcción de la Alta Presa de Aswan comenzó en 1960 con la ayuda de la Unión Soviética, que financió aproximadamente un tercio del costo total y proporcionó maquinaria, ingenieros y constructores. La presa se completó en 1970 y fue inaugurada oficialmente en 1971, después de la muerte de Nasser.
La Alta Presa de Aswan está situada en el río Nilo, cerca de la primera catarata y de la ciudad de Asuán. Es una presa de gravedad, lo que significa que su estabilidad se debe al peso de la estructura que contrarresta la presión del agua. La presa tiene una altura de 111 metros, una longitud de coronación de 3,830 metros y un ancho de base de 980 metros.
Su construcción creó el Lago Nasser, uno de los embalses artificiales más grandes del mundo, con una capacidad de almacenamiento de 157 km³. Este lago permite regular las crecidas del Nilo, almacenar agua para tiempos de sequía y generar energía hidroeléctrica a través de 12 turbinas que producen un total de 2,100 MW.
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El proyecto de la Alta Presa de Aswan no estuvo exento de controversias. A pesar de sus beneficios evidentes, como el control de inundaciones y la producción de electricidad, también tuvo un gran coste humano, cultural y ambiental. La creación del Lago Nasser inundó numerosos sitios arqueológicos, lo que llevó a una campaña internacional para salvar y trasladar monumentos, como el famoso templo de Abu Simbe, construido por el faraón Ramsés II, fue desmontado y trasladado piedra por piedra a una nueva ubicación más alta. El proceso implicó cortar el templo en bloques grandes, numerarlos cuidadosamente y luego reconstruirlos en un sitio que replicaba su orientación original respecto al sol.
La creación del Lago Nasser, que fue una consecuencia directa de la construcción de la presa, llevó al desplazamiento de más de 100,000 nubios en Egipto y un número algo menor en Sudán. Estas comunidades fueron reubicadas en nuevas áreas, pero el traslado forzoso significó una pérdida de hogares ancestrales y una alteración significativa de su modo de vida tradicional.
La presa también ha tenido efectos significativos en el ecosistema del Nilo. Al detener el flujo natural de sedimentos, la presa ha alterado el ciclo de nutrientes que era vital para la agricultura a lo largo del río. Además, la sedimentación de limos y el aumento de la salinidad de las aguas son problemas que han surgido como resultado de la Alta Presa de Aswan. Estos cambios han afectado la fertilidad de las tierras de cultivo y han tenido un impacto en la biodiversidad del río.
1- Generación de Energía Eléctrica: La presa es una fuente vital de energía para Egipto. Durante un año típico de funcionamiento, alrededor del 15% del suministro eléctrico total disponible para el país proviene de la Presa Alta de Asuán. Inicialmente, casi la mitad de la energía eléctrica disponible procedía de la presa. Los 12 generadores con la represa tienen una capacidad nominal de 175 MW cada uno, lo que significa que la instalación puede producir un total de 2.1 GW de energía eléctrica.
2- Navegación Mejorada: El control del agua ha facilitado la navegación a lo largo del río Nilo. Las principales rutas de navegación en todo el valle del Nilo ahora son posibles gracias al control del agua. Esto convierte a Egipto en una importante nación naviera, con más puertos disponibles para acceder. Las nuevas oportunidades comerciales para las importaciones y exportaciones han creado un mejor clima económico para la población local.
3- Seguridad en Profesiones Acuáticas: Antes de la construcción de la Presa Alta de Asuán, las personas que trabajaban en profesiones marinas en todo el mundo se enfrentaban a problemas de vida silvestre, como cocodrilos del Nilo y hipopótamos. Estos animales eran una amenaza para la seguridad de los pescadores y acuicultores. La presa ha mejorado la seguridad en estas profesiones al controlar el flujo del río.
4- Incremento de los Ingresos Agrícolas: Para quienes vivían en el curso medio del río, la presa permitió no solo controlar las inundaciones, sino también cultivar a lo largo de todo el año. El almacenamiento de agua y la regulación del flujo han contribuido al aumento de los ingresos agrícolas en un 200%.
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Hoy en día, la Alta Presa de Aswan sigue siendo un pilar fundamental para Egipto, proporcionando energía hidroeléctrica esencial y controlando las inundaciones del Nilo. Aunque enfrenta desafíos ambientales como la sedimentación y la salinidad, continúa siendo un símbolo de progreso y un atractivo turístico, ofreciendo vistas impresionantes del Lago Nasser y la oportunidad de apreciar la magnitud de esta obra de ingeniería. Descubrelo con Cruceros Nilo y muchas atracciones más que representan la gran civilización egipcia con nuestros Paquetes de viajes a Egipto.
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